A Carmen
Alta, rubia, delgada y muy graciosa
Hace ya muchos años, tu que vives sola
pues sola te dejo tu compañero
seguro estoy, que el hombre desde el cielo
si rezas, reza, si lloras, también llora.
Carmen, para mi sería gran deseo
que siendo buen pintor, te retratara
y colgar tu retrato en un museo
para que todo el mundo te admirara.
Mas como de pintor no entiendo nada
hacerte tu retrato no podría
estrujando mi mente, ya cansada
te dedico esta humilde poesía.
Fue conocerte en el pueblo de Gandia
un viaje del inserso hace diez años
a pesar de haber pasado tanto tiempo
yo te veo igual que el primer día.
Tu cabellera blanca, a la vez brillante
acompañada de una mente lúcida
te dan un aire de mujer elegante
como jamás he visto yo en mi vida.
Máximo Sicilia
