Frenesí y templanza: La vida
Sus ojos fíjanse en mí
mis ojos fíjanse en ella
y al choque de las estrellas
se produce el frenesí.
Sus labios se posan en mí
los míos resisten la algarada
nuestras bocas se sienten agarradas
y vuelve a producirse el frenesí.
Y tal como es la pasión
su juego todo lo agota
la mía se quedo rota
y la suya se rompió.
Pero nos queda el amor
que queda en almas sencillas
yo me humillo, ella se humilla
somos humildes los dos.
Con el peso de los años
sus ojos no tienen fuego
los míos no tienen llama
mas nos seguimos queriendo.
Pasiones de juventud
amores de los cincuenta
el amor es lo que cuenta
llegada la senectud.
Todo en esta vida pasa
necesidad y deseos
de trabajos y deseos
hace el tiempo tabla rasa.
Y si al final de la vida
vas perdiendo algún sentido
si conservas el común
vale por los otros cinco.
Máximo Sicilia
Ausejo
